Dentro de estas entradas dedicadas a la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Arroyo de la Encomienda, Valladolid, nos centramos en esta ocasión en la parte correspondiente a la cubierta con estructura de madera laminada.
Nuevamente destacar que nuestra participación en este proyecto fue de la mano de la empresa constructora Fernando Rivero e Hijos S.L., pudiendo trabajar también con el arquitecto Elesio Gatón como redactor del proyecto.

La idea conceptual de edificio como gran tienda en medio del desierto que acoge a todos sus fieles asume su máxima expresión en la cubierta. Un gran cuadrado con tres de sus vértices achaflanados de dos de los cuales cuelgan dos grandes «sábanas», cubre el templo y da cobijo a su interior.
Esta idea simple de cuadrado, se torna constructivamente compleja cuando se inclina en una dirección no coincidente con ninguno de los ejes del cuadrado. Es oor este motivo, que la cubierta presenta dos pendientes con ángulos no coincidentes.
Las piezas de madera contralaminada que forman la cubierta han sido diseñadas y cortadas por ordenador, haciendo que los puntos de conexión entre ellas encajen de manera casi milimétrica. Siendo un elemento natural, se ha jugado con una pequeña holgura que facilita su puesta en obra, pero el resultado es espectacular.


Para el montaje de la estructura procedimos en el siguiente orden. Partimos de la base en que toda la estructura de pilares, tanto metálicos como de hormigón, están preparados para recibir los elementos de la cubierta. A partir de este momento procedemos al montaje de la estructura de cubierta.
En primer lugar, se coloca la primera de las dos piezas centrales. Esta es una viga en forma de vientre de pez, a la que previamente en obra hemos colocado el anclaje central para recibir la segunda viga central. Esta pieza se alza con la grúa desde el centro del templo hasta su posición en dos apoyos a diferentes altura. Esta condición, apoyos a diferente altura, hace que cuando elevemos la pieza con la grúa, tengamos que elevarla con la inclinación que va a tener en su posición final. Para ello, las eslingas con las que se ata a la grúa no deben tener la misma longitud, debiendo seguir un criterio de proporcionalidad según la pendiente final de la pieza. Este detalle debe ser tenido en cuenta en cada pieza de manera individual puesto que las inclinaciones no son siempre las mismas.
Una vez realizado este primer paso, procedemos a la colocación de la segunda pieza central, que en este caso está dividida en dos, facilitando su puesta en obra y el encaje de sus dos extremos. Con esta cruz central ya realizada, comenzamos con el montaje de las piezas perimetrales del cuadrado. Este apartado es más delicado puesto que los números de apoyo de cada pieza son mayores, y además de distintos tipos, por lo que la precisión en el montaje debe ser mayor para que todo encaje.
Con las piezas centrales y perimetrales ya colocadas, nos disponemos a montar el último orden de vigas. Estas piezas traen de fábrica unos pequeños recortes a modo de caja para poder acoplarse a las piezas estructurales de orden superior. Nuevamente, debemos considerar su inclinación y hacer que la pieza baje completamente vertical para que el encaje con el resto de piezas sea correcto.




Con el proceso de la estructura terminado se procede con la cubrición. Para recrear la imagen de la metáfora de la sábana, se ha decidido cubrir la estructura con zinc de junta alzada acabado en color blanco. Para su correcto funcionamiento se coloca sobre la estructura una base de panel sándwich con acabado de yeso al interior, aislamiento de poliestireno extrusionado en el núcleo y panel de madera aglomerada recubierta con lámina impermeable como acabado exterior.
Sobre este primer orden de paneles se coloca un segundo de tableros, en dirección transversal sobre rastreles, de modo que se genera una cámara de aire entre ambos. Este tablero servirá de base a la lámina de nódulos que permitirá ventilar la cubierta de zinc.
El proceso de montaje puede seguirse en el orden de las fotografías anteriores, pero tal vez la escala de las piezas pueda verse distorsionada por el tamaño del edificio y la distancia a la que las fotos se realizan para tratar de abarcar la totalidad de la ejecución. En la siguiente fotografía podéis ver a nuestro compañero Sergio Mendoza junto a la viga central principal. La longitud total de esta viga es de algo más de 25 m. y su altura en su punto central es de 1,60 m.

Pueden ver otros ejemplos de trabajos realizados por el estudio de arquitectura Arquitecto Sergio Mendoza seleccionando el siguiente enlace que les redirigirá a la galería de trabajos destacados.